A lo largo de nuestra historia, especialmente en países como México, nos cuesta mucho trabajo invertir en nosotros mismos, en capacitarnos y desarrollar habilidades que nos permitan sobresalir en este mundo tan competitivo, pues tenemos arraigado en nuestra memoria celular el acumular cosas materiales.Gary Jennings sugiere en su libro Azteca (1980) que México carga “un pasado evidente de conquista”, es decir: se llevaron nuestras posesiones más preciadas, nos impusieron una religión, trajeron enfermedades y nos estafaron vendiéndonos espejos a cambio de oro.
Indiscutiblemente, estos hechos, combinados con una educación de consumismo y una economía de escala, nos ha hecho valorar más un carro del año que estudiar una maestría; preferimos irnos de viaje, comprar joyería y tener el teléfono del año antes de comprar un curso; queremos encontrar entrenamientos gratis, pero sí pagamos hasta $500 pesos para ir al cine.
No me malentiendan: cada quien es libre de gastar su dinero como considere, pero ¿Por qué no invertimos en nosotros primero?
Es solo una cuestión cronológica y la respuesta es sencilla: queremos el satisfactor inmediato.
Si trabajas primero en ti, podrás adquirir después lo material e, incluso ayudar a otros. Como dice Robert Kiyosaki: “Los ricos compran activos, los pobres solo tienen gastos y la clase media compra pasivos que cree que son activos”.
Siempre usamos frases como “me lo merezco”, “he trabajado mucho” o “está en descuento” para justificar un gasto a meses sin intereses sobre algo que usualmente no necesitamos.
Juan Sebastián Celis dice que ser rico es vivir una vida plena, sin límites, con grandes satisfacciones y permitiéndonos desarrollar nuestro máximo potencial y talentos.
Por eso, hoy te doy 4 tips que tienen que seguir ese orden para conseguir esa riqueza:
1) Ahorra.
2) Invierte en ti.
3) Incrementa tu patrimonio.
4) Gasta menos de lo que ganas.
“Invierte en ti. Eres el activo más valioso”
Octavio Díaz Saavedra
Mayo 2020
