Los mexicanos tenemos una gran particularidad, nos “gusta” ahorrar pero de manera informal y esto se debe a muchas razones, principalmente al desconocimiento y a la desconfianza que se tiene al sistema financiero mexicano.

Datos de la CONDUSEF y AMAFORE nos dice que 40 % de los mexicanos no ahorran y de los que si ahorran el 43% lo hace de manera informal o tradicional en la que hay mucho riesgo y poca rentabilidad.

Los mexicanos ahorran de la siguiente manera:

• Tandas
• En algún lugar de la casa como por ejemplo; debajo del colchón, en algún frasco o en una alcancía.
• Cuentas de ahorro tradicionales como bancos o cajas populares.

Lamentablemente ahorrar dinero por esos medios en la gran mayoría de los casos es riesgoso y lo peor es que nuestro dinero está perdiendo valor día tras día.

Revisemos como ejemplo el método de ahorro favorito de los mexicanos… la tanda.

“La tanda” es organizado por gente de confianza y los que entran generalmente no dudan del organizador, simplemente entran toman su número y empieza el proceso de ahorro o meta que se establecieron todos, sin embargo, hay un par de preguntas que se deberían de hacer todos los que participan:

¿Qué pasa si alguien pierde el dinero o se lo roban? Si ocurre un infortunio con el dinero de la tanda pues básicamente TODOS pierden y posiblemente sea imposible recuperar el dinero.

Supongamos que nadie lo pierde ni lo roba, simplemente la tanda fluye de manera normal ¿Qué pasa con mi dinero mientras yo espero mi turno? Mientras se espera el turno, la economía sigue avanzando, los precios siguen cambiando y la inflación se encarga de que tu dinero tenga menos valor.

Así como la tanda, aplica para los que piensan que tener dinero en el banco es “seguro”, pueden clonarte tu tarjeta, asaltarte y para variar tu dinero también pierde valor conforme pasa el tiempo, siempre le pregunto a los clientes que si tienen $100 mil pesos en el banco hoy y los dejarán un año ¿Cuánto tendrían al finalizar el periodo? Y me contestan los mismo $100 mil pensando que su dinero tiene el mismo valor cuando no es así.

No me vayan a malinterpretar, ahorrar en tandas, debajo del colchón o en el banco no es que esté mal, simplemente podemos ahorrar de manera más inteligente y con menos riesgo, les pongo algunos ejemplos:

• Seguros de ahorro con protección.
• Planes Personales de Retiro.
• Ahorro en CETES.
• Inversión en Fibras.
• Fondos de inversión en bancos.

Los ejemplos arriba mencionados son mejor opción que ahorrar en una tanda, colchón o una cuenta corriente bancaria, cada uno tiene sus ventajas y desventajas y características que se adecuan a diferentes perfiles.

La antigua frase “la información es poder” es útil en todos los aspectos de nuestra vida, es fundamental instruirnos y a su vez asesorarse con gente especializada que nos ayude a tomar una buena decisión financiera, hoy más que nunca (en plena pandemia) debemos cuidar de nuestro dinero y “moverlo” de una manera más inteligente.

Sergio E. Martínez Zepeda
Socio Fundador DiMA Consulting
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