En términos de capital humano, me gusta usar mucho una analogía sobre la ley de la conservación de la materia para poder ejemplificar un poco esas capacidades ocultas, pero ¿Qué tiene que ver la materia con nuestras capacidades? recordemos la famosa frase que seguramente escuchaste en la escuela: “la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”, si tomamos esta frase y la extrapolamos a cada una de las competencias que nos forman toma el mismo sentido.

Comencemos por definir qué es una competencia, podríamos resumir que una competencia es un conjunto de comportamientos, habilidades o capacidades que tiene una persona para cumplir eficientemente una tarea. Y regresamos al mismo punto ¿Por qué uso la ley de la conservación de la materia como analogía? La respuesta es muy sencilla, todos tenemos cierto nivel, por mínimo que sea, de cada una de las competencias que conocemos y hemos estudiado como recursos humanos, esto quiere decir: no puedo crear competencias de la nada, así como tampoco las puedo destruir.

Tomemos otro ejemplo: la comunicación, es una competencia muy compleja de desarrollar, sin embargo todos nos comunicamos de una u otra manera, el arte aquí radica en cómo hacerlo, identificar mi audiencia, los nivel jerárquicos, el foro, el tema, la terminología y un sinfín de temas adicionales. La pregunta del millón: ¿Cómo despertar estas capacidades o competencias?